El aumento del uso del transporte público pasa por facilitar las comunicaciones.
Se habla mucho de reducir las emisiones y se castiga los vehículos privados, a veces con razón, pero se habla poco de mejorar el transporte público, que es lo que animaría a muchos trabajadores del Àrea Metropolitana dejar en casa sus coches. Para eso hacen falta cambios como este: la construcción de un viaducto sobre el Besòs que permitirá conectar el carril bus de la C31 hasta Badalona. De esta manera se reducirá el tiempo del trayecto y se mejorará la fiabilidad del transporte público. Por lo menos de las líneas beneficiadas por el puente.
El proyecto prevé implantar un carril bus en la autopista C-31, en sentido Barcelona, en un tramo de 2 kilómetros entre Sant Adrià y Barcelona, para unir el carril Bus-Vao ya existente en Badalona, y el carril bus de la Gran Via de les Corts catalanes, en la entrada de Barcelona. La configuración actual de la C-31, con dos carriles de circulación general y uno destinado al Bus-Vao no se alterará y el viaducto avanzará al nivel de las infraestructuras ya existentes.
Este es el viaducto que conectará Barcelona, Sant Adrià y Badalona.
La obra incluye la construcción de un nuevo viaducto con una longitud de 200 metros y unos 8 de anchura y se hará realidad, según lo previsto, en 2023, gracias a la inversión de 9 millones de euros por parte de la Generalitat.
Este carril bus no es uno cualquiera. En hora punta circulan entorno a 50 servicios de bus interurbano que acceden a Barcelona por la C-31 norte, sobre todo líneas de bus del Maresme. Y no solo eso, también transitan regularmente por el carril autobuses de uso discrecional y de transporte escolar. Lo utilizan incluso vehículos de alta ocupación, vehículos ECO y motocicletas.
