Los primeros serenos de Cornellà empezarán a rondar por San Ildefonso y La Gavarra.

Los serenos de Cornellà son personas mayores de 45 años procedentes del SOC.

La digitalización ha creado nuevos puestos de trabajo, inconcebibles hace unas décadas. Sin embargo, por el camino se han quedado otros tantos oficios que han perdido el sentido. Aunque algunos se resisten a morir, o quizás es que siguen teniendo algún sentido. Por ejemplo, el de sereno. Un viejo oficio recuperado en Cornellà.

Los más jóvenes ni los recuerda. Los serenos eran vigilantes nocturnos encargados de rondar de noche por las calles para velar por la seguridad del vecindario, en los tiempos en que la contaminación lumínica no era precisamente un problema en los barrios del Área Metropolitana. Ahora, Cornellà, como ya hizo Santa Coloma hace tres años, recupera el oficio con el objetivo de mejorar la sensación de seguridad y confianza de los ciudadanos, sobre todo por las noches. A pesar de la buena iluminación de la mayoría de calles, la madrugada todavía genera inseguridad.

LICENCIA PARA MEDIAR 

Para resolver este problema ha nacido el Servei d’Observació Nocturna, un servicio formado por agentes cívicos que recorrerán a pie y en pareja las calles entre las 23 y las 6 horas, conectados en todo momento con la Guardia Urbana. De momento empezarán por los barrios de San Ildefonso y La Gavarra y, más adelante, se valorará la ampliación a otras zonas.

Los integrantes de este cuerpo de vigilancia son siete personas mayores de 45 años contratados mediante el Servei d’Ocupació de Catalunya. Han recibido una formación específica en temas de mediación, civismo y comunicación y trabajarán en colaboración con la fuerzas de seguridad. Se ocuparán de vigilar las calles, pero no solo a las personas. También tomarán nota de problemas de iluminación, puntos de abandono de muebles, etc.

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