Un grupo de ocas se pasea tranquilamente por el Delta del Llobregat.

Un grupo de ocas se pasea tranquilamente por el Delta del Llobregat.

Se multiplican las noticias que muestran como los animales salvajes recuperan terreno, mientras sigue vigente el confinamiento. Muy cerca de nosotros, en el Delta del Llobregat se pueden ver estos días más pájaros, que circulan tranquilamente por los parajes vacíos de personas. La ausencia de visitantes y de vuelos regulares en el aeropuerto del Prat se ha traducido en un silencio total que la fauna está agradeciendo, tanto los habituales como las aves que hacen parada en el Baix Llobregat en su ruta hacia Europa del Norte.

Los Espais Naturals del Delta de Llobregat forman el segundo sistema deltaico más importante de Catalunya, a pesar de sus reducidas dimensiones (926 hectáreas). Por eso la fauna sufre más aquí que en otras reservas la presencia humana.

El confinamiento ha puesto en evidencia que el delta tiene una fauna muy por debajo de la que podría tener si conseguimos reducir la elevada presión que sufre la fauna en condiciones normales. Desde el Consorci del Delta del Llobregat sugieren limitar la entrada de visitantes y aislar algunos entornos con pantallas visuales para aumentar el valor ecológico de este pequeño paraíso metropolitano.

 

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