Tres centrales como esta alimentan la red de frío y calor de Sant Martí.
Ante todo, tranquilidad. No es nada malo, aunque suene raro. Se trata de una nueva tecnología que permite producir energía en plantas subterráneas y llevarla hasta los edificios que la necesitan por medio de una red de distribución. Así, los destinatarios pueden ahorrar en calefacción, agua caliente y refrigeración. Por eso la tecnología se conoce como redes de calor y frío. A la vista del éxito de las dos primeras plantas, en Fòrum y 22″, que dan servicio a 146 edificios, ahora la red se ampliará con una tercera planta en Poblenou, que permitirá aumentar la cifra hasta 242.
¿Y de dónde surge la energía? Pues de vapor procedente de la incineración de residuos urbanos que se condensa en los equipos de la central utilizando agua del mar, en este caso, procedente de la playa del Bogatell. Pero, de nuevo, tranquilidad, porque la empresa promotora, Districlima, garantiza que no habrá afectación alguna, ni siquiera impacto visual.
UN INVENTO RENTABLE
Estas redes son una de las estrategias para optimizar la energía en las ciudades. Barcelona es pionera en España y Helsinki, Berlín o Moscú son ciudades de referencia en esta tecnología. Actualmente la superficie climatizada ya es de 1.355.501 m2 y después de la entrada en funcionamiento de la nueva central aumentará hasta los 2.496.495 m2, un área equivalente a 21 manzanas de l’Eixample.
La primera instalación de la red se ubicó en el Fòrum y en 2005 se amplió al distrito tecnológico del 22@, convirtiéndose en la red de calor y frío más grande del estado y del sur de Europa. Con la puesta en marcha de la tercera central, a partir de 2024, se aumentará la potencia de toda la red y se ahorrará un total de 417.276 toneladas de emisiones, según el Ajuntament de Barcelona.
Todo son ventajas, según parece. Porque inversores privados contribuirán al proyecto aportando 43,6 millones de euros. Además algunos de los nuevos edificios que se están construyendo en el 22@ ya han contactado con la empresa para conectarse a la red.
