El badalonense Jaume Giró es el nuevo Conseller d’Economia. – Foto: ACN Lluís Sibils
¡Sorpresa! El Área Metropolitana de Barcelona estará muy bien representada en el nuevo Govern de la Generalitat. Hay una figura muy influyente que nació y creció en Badalona. Se trata de Jaume Giró, flamante Conseller d’Economia, un puesto clave para el presente y el futuro de Catalunya. No es precisamente un hombre de barrio, pero seguro que recuerda la ciudad donde empezó todo.
El currículum de Giró es brutal. En los 80 era periodista en Europa Press y colaboraba en varios diarios. A principios de los 90 se pasó al mundo de la empresa y no le fue nada mal. De Gas Natural a Repsol YPF y, finalmente, a la Caixa, a donde llegó en 2009. Durante muchos años fue la mano derecha de Isidre Fainé, el tótem de la entidad bancaria. Entre 2014 y 2019 fue el director de la Fundació La Caixa, dedicada a la obra social. Seguro que allí aprendió mucho sobre las necesidades de tantas entidades sociales que acuden a la fundación buscando financiación para seguir ayudando a las familias vulnerables.
En 2019 se marchó de la Caixa e inició la carrera en solitario, como consultor, editor y lo que haga falta. Hace pocos meses apareció en la candidatura de Joan Laporta, dispuesto a arremangarse para salvar el club. La cosa no salió bien y Giró se retiró educadamente antes de firmar los avales. Ahora sabemos que no fue por cobardía, porque semanas después ha aceptado un cargo muy movidito, especialmente en tiempos de pandemia: la consejería de economía de Catalunya.
Las perspectivas son buenas. Hombre dialogante, con buenas relaciones con la banca y las empresas del Ibex 25, catalanista sin estridencias. Un hombre de principios. Cuenta una leyenda que su salida de la Caixa se debió a su negativa a cambiar la sede de la entidad después de los hechos de octubre de 2017. Aunque no es independentista, se opuso a llevar fuera de Catalunya algo tan importante como La Caixa. No le hicieron caso y acabó saliendo por la puerta de atrás, pero muy dignamente.
No está nada mal que el capitán del barco económico destaque por su sensibilidad social y sus principios éticos. Es un buen comienzo para el viaje que nos espera.
