Soulblim envía los tomates de siempre a los restaurantes para que los valoren.
¿Cuántas veces habéis oído eso de que los tomates ya no son tan buenos como antes? Que ya no son tan sabrosos. Pues bien, quizás, muy pronto, tendremos ocasión de degustar aquellos tomates de nuevo, porque Soulblim, un productor del Parc Agrari del Baix Llobregat, está decidido a recuperarlos.
Para conseguirlo, esta empresa de Viladecans ha cultivado en terrenos del Parc una una veintena de semillas diferentes con la finalidad de recuperar las variedades ancestrales de tomate. Ahora los está recogiendo y enviando a restauradores para que los prueben, experimenten y determinen cuáles son las mejores variedades. Se buscan, sobre todo, restaurantes apuesten por productos de proximidad y ecológicos y, desde luego, que valoren el tomate como ingrediente culinario.
En este experimento participan establecimientos ampliamente reconocidos como Xavier Pellicer, Celler de Can Roca, Petit Comité, Alkimia o el Lasarte de Martín Berasategui. Pero también numerosos restaurantes del Baix Llobregat y del Área Metropolitana, muy concienciados con los productos de proximidad: Che Che Restaurant (Castelldefels), Cal Mingo (Viladecans), Lluerna Restaurant (Santa Coloma de Gramenet) Cèntric Gastro (El Prat), La Taverna del Ciri (Terrassa), La Salseta (Sitges), la Bonaigua (Sant Just Desvern) y Les Voltes de Sant sebastià (Moià).
El gran valor del proyecto es que une los esfuerzos de científicos, agruicultores y restauradores con un objetivo que no solo es culinario o gastronómico, sino también estratégico. Y es que el tomate es una hortaliza ámpliamente cultivada y consumida, pero con una diversidad genética reducida que la hace vulnerable a enfermedades emergentes y al cambio climático. Recuperando variedades ancestrales no solo recuperaremos hortalizas más sabrossas, sino también más resistentes.
