El Parc de l'Alhambra de l'Hospitalet es uno de los refugios climáticos mejor conseguidos.

El Parc de l’Alhambra de l’Hospitalet es buen ejemplo de refugio exterior. Foto: AMB Robert Ramos.

El cambio climático está obligando a repensar las ciudades. Muchas personas, la gran mayoría, no cuenta con pisos amplios, salones ventilados o terrazas y no tiene más remedio que bajar a la calle para refrescarse. Y para mantener una vida social. Pero, con 30º a la sombra, ¿dónde pueden ir estas personas? A las grandes ciudades del Área Metropolitana no les queda más remedio que repensarse, ante el aumento de las temeperaturas y de las olas de calor, que van a ser más habituales de lo que pensamos. De momento, una iniciativa positiva, insuficiente todavía, pero bien pensada, es la creación de refugios climáticos.

¿QUÉ ES UN REFUGIO CLIMÁTICO?

Un refugio climático es, literalmente, un lugar donde protegerse de las condiciones externas sin renunciar a nuestra vida social o laboral. Pero no debe ser un único punto donde todos vayamos a escondernos, sino más bien una red de refugios que cubra los puntos más densos de los municipios. Así lo ha pensado AMB, que ha creado una red metropolitana de refugios climáticos al servicio de los ciudadanos:

  • Espacios interiores con climatización (centros cívicos, bibliotecas y otros equipamientos públicos).
  • Espacios exteriores (grandes parques metropolitanos provistos de zonas ombreadas y protegidas).
Las bibliotecas son un reducto de cultura y de frescor en pleno verano.

Las bibliotecas son un reducto de cultura y de frescor en pleno verano. Foto: AMB Robert Ramos

La red ha pasado de los 20 refugios del año pasado a los 55 de este curso. Un 45% son parques y el 55% equipamientos, sobre todo bibliotecas. Y, actualmente, un 46,23% de la población metropolitana (sin contar Barcelona, que cuenta con su propia red) tiene un refugio climático a menos de 10 minutos a pie desde su casa.

Hasta el momento los municipios más comprometidos son los de Cornellà, L’Hospitalet de Llobregat, Castelldefels, Badia del Vallès, Viladecans, Santa Coloma de Gramenet, Montcada i Reixac, Sant Boi y Sant Feliu.

CIUDADES MÁS SOSTENIBLES, Y FRESCAS 

Lo de los refugios climáticos no se trata solo de poner árboles en un descampado, o aire acondicionado en locales. La iniciativa va mucho más allá. Para empezar, se están imponiendo unos criterios bioclimáticos, que incluyen criterios de diseño y de gestión de los espacios. Pequeños cambios en en diseño o en el uso de las instalaciones que pueden causar efectos positivos a medio y largo plazo. También se instalan medidores fijos en espacios exteriores con el objetivo de evaluar el potencial termoregulador de parques de menos de 0,5 hectáreas. Miden datos como temperatura del aire, humedad relativa, velocidad y dirección del viento, radiación solar, etc. Una información muy útil para diseñar nuevos refugios.

En los últimos 30 años se han contabilizado hasta 10 olas de calor en en el Área Metropolitana. Pero no solo eso, cada año las temperaturas aumentan y hacen más difícil la vida en la calle, tan importante para las personas. Por eso es tan necesario repensar las ciudades, ampliar la red de refugios y, sobre todo, rediseñar los municipios urgentemente.

Un aula de estudio puede ser también un refugio climático. Foto: AMB Robert Ramos

Un aula de estudio puede ser también un refugio climático. Foto: AMB Robert Ramos

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