Este año los alumnos tendrán algo más de margen en la escuela, aunque se mantienen las mascarillas.
Entre la amenaza de una nueva oleada y la necesidad de mantener la normalidad la Generalitat ha tomado el camino de en medio: se abrirán todos los centros, las clases serán presenciales, pero, eso sí, seguirán vigentes algunas medidas que hasta ahora han funcionado, como la mascarilla en las aulas.
SIN CONFINAMIENTO
Este curso tendrá algunas ventajas. Por un lado, la experiencia acumulada en el curso pasado. Por otro, las vacunas. Esto beneficiará a los alumnos, porque los grupos que ya tengan la pauta completa no tendrán que confinarse, incluso aunque sean contactos estrechos de un positivo. Sin duda, es un gran avance respecto a meses atrás.
Tampoco habrá separación en las zonas comunes, y los alumnos podrán volver a compartir el patio a la hora del recreo. Incluso podrán quitarse la mascarilla si están en el exterior y forman parte de un grupo de convivencia.
LOS MAYORES DE 12
La llegada de la variante delta del coronavirus ha provocado un cambio de estrategia en cuanto a la vacunación de los menores. Ahora, uno de los objetivos para el mes de septiembre es que los alumnos de entre 12 y 19 estén vacunados. Desde luego, cuantos más alumnos haya vacunados, más seguros serán los centros.
En cualquier caso, y más allá de las prevenciones necesarias, se ha demostrado que fue un acierto mantener los centros abiertos. Y ese el camino a seguir a partir de ahora.
