Las cooperativas de vivienda exigen más apoyo de las administraciones. - Foto: Sostre Cívic

Las cooperativas de vivienda exigen más apoyo de las administraciones. – Foto: Sostre Cívic

El coliving se ha puesto de moda en las grandes ciudades. Si no puedes comprar un piso o ni siquiera alquilarlo puedes compartir los gastos con otras personas en tu misma situación. Sería una idea innovadora si no fuera porque es muy vieja. Lo que pasa que la conocíamos por otro nombre menos vistoso: compartir piso con desconocidos. Sin embargo, hay otras alternativas más interesantes, y realmente novedosas, como la vivienda cooperativa. Pero es necesario reivindicarla, para que las instituciones la apoyen como Dios manda. Cientos de activistas se reunieron el pasado sábado en la plaza Sant Jaume con la intención de exigir cambios en las políticas de vivienda.

La vivienda cooperativa tradicional consistía en compartir la compra de un bloque y, una vez construido, repartirse los pisos y disolver la cooperativa. Sin embargo, hoy en día hay un nuevo modelo muy interesante que ya funciona en Dinamarca o Alemania, por ejemplo. Se trata de la cesión de uso, una fórmula a caballo entre la propiedad y el alquiler mediante la cual los socios de la cooperativa participan de un derecho indefinido, transmisible y a un precio asequible.

Actualmente hay más de 400 viviendas de 21 proyectos diferentes que ya se están construyendo en varios lugares de Catalunya. Es una alternativa muy viable que únicamente necesita de respaldo por parte de las instituciones, que podrían facilitarla proporcionando solares públicos o bien con bonificaciones fiscales o ayudas directas. Eso es lo que reivindicaron los activistas el pasado sábado. Veremos si les escucha el flamante nuevo conseller de vivienda de la Generalitat.

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