Los artistas han tomado Cornellà como inspiración. De hecho, la han tomado como lienzo de sus obras. Desde hace un tiempo varios artistas locales y de la Factoría Artística de Cornellà han plasmado sus obras en fachadas, paredes o escaleras de la ciudad. Una demostración del poder de atracción del arte urbano y una manera de dar vida a paredes vacías.
Pero no se trata de obras espontáneas, ni mucho menos acciones ilegales tribuibles a jóvenes aficionados a los grafitis. Cada vez son más las empresas y comercios que cuentan con estos artistas para decorar sus establecimientos.
Ya son 15 las obras que componen este museo de arte urbano al aire libre. Por eso el ayuntamiento a creado una especie de ruta o itinerario para ir descubriendo todas estas obras.
Uno de los últimos espacios urbanos recientes es la plaza de Sant Ildefons donde han plasmado su obra Pilar Ruíz y Marta Rosell, dos muralistas que han dejado su huella en Cornellà.