El compromiso de la Generalitat con las empresas alcanzará la máxima implicación posible: entrará en el capital de empresas catalanas solventes capaces de tirar de la economía del país y de crear, o por lo menos conservar, empleo. Para conseguirlo se creará un fondo público privado de 200 millones. La Generalitat aportará la mitad, y el resto surgirá de inversores privados.
A diferencia de la tradicional ayuda o subvención, esta vez se apuesta por proyectos empresariales de crecimiento, bien fundamentados, que contribuyan a mantener y potenciar la economía catalana. El fondo estará disponible a lo largo del primer semestre del año próximo.
Quedan fuera del plan las llamadas start-up, nuevas empresas del sector tecnoólogico, y, en general, las aventuras empresariales con un riesgo elevado. La Generalitat quiere asegurarse que los proyectos son sólidos y que pueden contribuir a la causa común del país. Para asegurase ya ha encargado informes a varias consultoras.