El periodista de Cornellà ha vuelto a desatar la ira conservadora hacia él.

Este año la tradicional polémica en el Festival de Cine de San Sebastián ha implicado al follonero, Jordi Évole, que presentaba en primicia en el evento su último trabajo, un documental sobre el ex dirigente etarra Josu Ternera. La asociación Dignidad y Justicia intentó evitarlo presentando una reclamación a la Audiencia Nacional acusando a Évole y al coautor de No me llame Ternera de enaltecimiento del terrorismo, pero la fiscalía la rechazó alegando que la Constitución reconoce y protege el derecho a la libertad de expresión.

Campaña mediática

El dictamen de la fiscalía de la Audiencia Nacional no evitó de todas maneras una feroz campaña mediática contra Évole por parte de medios y políticos conservcadores, ni el habitual hostigamiento en redes sociales que se da en estos casos. Eso sí, mientras ha durado el proceso, el trabajo periodístico del periodista de Cornellà y de su colega ha merecido el reconocimiento y el apoyo de numerosas personalidades y seguidores. Muchos de ellos denunciaron que Dignidad y Justicia pretendía instaurar la censura previa al prohibir el estreno antes incluso de qué pudiera verse el documental.

Una vez visto el documental se ha podido ver que no se trata de ningún enaltacimiento, sino de una visión personal, la de Ternera, llena de claroscuros, pero necesaria para entender la globalidad del problema.

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