Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Bellvitge. Foto_ ACN - Laura Fíguls

Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Bellvitge. Foto_ ACN – Laura Fíguls

El Hospital Universitario de Bellvitge ha sido uno de los primeros centros hospitalarios en reflexionar sobre como la covid-19 ha transformado los centros de salud. Lo ha hecho en un interesante reportaje.

Los profesionales destacan, por encima de todo, el reto de transformar el hospital de un día para otro, generando espacios de donde no había. El reportaje repasa algunos de esos cambios, como la transformación de urgencias en un espacio casi monopolizado por enfermos de covid-19, y como se tuvo que inventar espacio para 40 camas más. Salas de espera, áreqas quirúrgicos, espacios poco usados, se han transformado en espacio para acomodar enfermos en tiempo récord. También explican de primera mano la dificultad de separar a los enfermos infecciosos del resto y de organizar un sistema de triaje avanzado para agilizar los pasos y evitar riesgos.  Y de fondo, el drama de tantas familias y enfermos, y la sensación de no poder llegar atodas partes.

En un mes Bellvitge ha acogido a más de 300 enfermos con neumonía, mientras que lo habitual son apenas diez al año. Esta es sólo una de las cifras que aparecen en el documental, pero es un buen reflejo del estrés que han sufrido tantos centros hospitalarios. La capacidad de adaptación y de reorganización ha sido inmenso y, desde luego, los sanitarios lo han vivido como el mayor reto profesional que han vivido.

Y mientras tanto, la investigación, muy presente, ha movilizado recursos, personal y conocimientos para encontrar una solución, sobre todo a partir de Idibell, el Instituto de Investigación Biomédica.

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