La ampliación multiplicaría la presencia de aviones en El Prat. – Foto: ACN Lluís Sibils
El Prat y el Baix Llobregat son noticia en los medios. Los agentes económicos interesados en la ampliación del aeropuerto del Prat están presionando, privada y públicamente, para que se lleve a cabo el proyecto. Han instado a AENA, la Generalitat y el ayuntamiento a llegar a un acuerdo para no tener que renunciar a una inversión de 1.700 millones de euros, el 7% del PIB de Catalunya.
La ampliación en cuestión consiste en la prolongación de 500 metros de la tercera pista y la construcción de una terminal satélite. El problema es que la obra invadiría La Ricarda, una zona protegida medioambientalemente. De ahí que ayuntamiento y entidades se hayan cerrado en banda. Otra cuestión, no menos importante, son las molestias extra que acarreará a los vecinos la ampliación, y el aumento de vuelos que vendrá después. Hay que tener en cuenta que la ampliación es la clave para convertir el aeropuerto en un hub y atraer rutas transoceánicas y de larga distancia.
Con mucha mano izquierda, esos agentes económicos, entre los que se incluyen las patronales, el Cercle d’Economia, Esade o el Racc, han instado a las partes a llegar a un consenso, aunque sea pactando una compensación para la ciudad y la comarca. La pregunta es ¿cuántos de esos 1.700 millones servirían para crear infraestructuras y trabajo en el Baix Llobregat? ¿Alguien lo ha contabilizado? Quizás ese podría ser un punto de partida para la negociación.
