Càritas Diocesana reivindica el derecho de los menores a disfrutar de su infancia.
Un centenar de personas se reunieron hace pocos días en Tiana para reivindicar los proyectos que Càritas Diocesana dedica a las familias y a la infancia. Estas iniciativas han sido especialmente importantes en en los últimos tiempos, como consecuencia de la coronacrisis. Las diez Càritas con sede en Catalunya acompañaron durante 2020 a casi 75.000 familias con menores a su cargo, casi el doble el el año anterior. Además, 5.200 personas participaron en proyectos dirigidos a familias e infancia. En total, la entidad cristiana destinó 6,1 millones de euros a 226 proyectos centrados en intervenciones socioeducativas y acceso a una educación cualitativa e inclusiva, entre otras prioridades.
Con encuentros como este Càritas pretende visibilizar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos niños y niñas así como reivindicar medidas urgentes que garanticen sus derechos. Tal como asegura Carmen garcía, responsable del Programa de Infancia: «esta crisis ha privado a muchos niños y niñas de sus infancias y adolescencias, de su tiempo, de su espacio de seguridad y confianza, tan importantes en sus procesos vitales». Y advierte: «lo más grave es que les está invisibilizando, con el riesgo de privarlos de sus derechos y de sus expectativas de presente y futuro. »
Una de las estrategias prioritarias de Cáritas para evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza y luchar contra la pobreza infantil se basa en la escucha activa para que las familias se sientan acompañadas. Esta apuesta exige medidas y propuestas integrales, donde la prevención y protección de los derechos de la infancia y la adolescencia sea el eje fundamental de toda la intervención.
