Los residuos se han reducido hasta un 10% en las principales ciudades.
Además de ver como la fauna salvaje se adueña, un poco, de las ciudades, Barcelona y el Àrea Metropolitana han visto como el estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo ha hecho caer la generación de residuos en un 24%, en comparación con las semanas previas. Eso sitúa el volumen de residuos en un nivel similar al registrado en 1989. O sea, que estamos más o menos como a finales de los 80, por lo menos en lo que se refiere a producción de residuos.
Es evidente que no son razones positivas las que han causado esta reducción. Sin embargo, quizás podamos aprender algunas cosas de esta experiencia, cosas que nos ayuden en el futuro. Por ejemplo a consumir lo necesario, y a ser estrictos y cuidadosos al comprar y vender productos.
HOTELES Y RESTAURANTES
Más allá de los esfuerzos de los ciudadanos, obviamente, la reducción de residuos por habitante se explica por el cierre de tiendas, hoteles y restaurantes, y por la reducción de la movilidad. Dos hechos que han tenido un impacto destacado en Barcelona, donde el volumen ha bajado un 25%.
En ciudades medianas del Àrea Metropolitana, como Badalona, Santa Coloma y l’Hospitalet de Llobregat, el descenso ha sido de un 8 o 10%. En cambio, en municipios más pequeños, se ha contabilizado un leve ascenso, cosa que se explica porque muchos habitantes trabajan fuera y suelen pasar poco tiempo en su lugar de residencia.
