Jose Luís Muñoz ha rescatado del olvido a un pintor de Sant Andreu.

Empecemos por el principio, ¿quién fue Florenci Bosch?
Es una persona que nació en Sant Andreu, en 1899, y se convirtió en un joven con muchas inquietudes culturales. Con 19 años estrena una obra de teatro. Es actor, director. Llega a ser el alma mater del Ateneu de Poblet, en Sagrada Familia. También es poeta. Y gana premios. Hasta que llega la dictadura de Primo de Rivera, en 1923.

¿Y qué pasa entonces?
Pues que le obligan a escribir en castellano. Él se niega, pero no sólo por una cuestión de lengua. Primo de Rivera cierra 27 ateneus culturales, entre ellos el de Poblet.Aquella dictadura descabezó culturalmente al país. De hecho, muchos intelectuales se exiliaron. Florenci se queda, pero no vuelve a escribir más que algunos artículos durante la Guerra Civil.

¿Y qué hace?
Desde muy joven trabajaba en una imprenta y cuando cierra, se la queda como indemnización. Así que trabaja como impresor. Pero poco después, por una apuesta, comienza a pintar.

¿Por una apuesta?
Le debieron retar y, por pura casualidad, descubrió su talento. Su primer paisaje lo pinta con tinta de imprenta, porque ni tan siquiera tiene materiales adecuados. Se especializó en paisajes dentro de la famosa Escola d’Olot.

¿Consiguió exponer?
Sus cuadros fueron escogidos dos veces para la exposición de Bellas Artes, en 1942 y 1944. Y los críticos hablaban muy bien de él. Además, vendía obras. Y, sin embargo, decide emigrar. La imprenta no iba bien. Y durante la postguerra, la asfixia económica, social y cultural debía ser insoportable. Así que en 1952 decide emigrar a Uruguay, un país donde gobernaba un descendiente de catalanes, Batlle, que había creado una sociedad moderna, una democracia consolidada, y una economía próspera, sobre todo comparada con la española.

¿Y qué hizo allí?
Llegó con tres cartas de recomendación y al poco tiempo ya trabajaba en el diario El Día. Se llevó su obra consigo, medio escondida en baúles, y logró exponer allí. Y desde el principio tuvo éxito.Aun ahora se le recuerda en retrospectivas.

Y, sin embargo, aquí se olvidaron de él.
El murió pocos años después, pero su familia intentó contactar en muchas ocasiones con instituciones catalanas. Ahora tenemos una nueva oportunidad para recordarlo y recuperarlo.

Memòria d’un oblit

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