Sergi Ots, director de la compañía Ponten Pie.

Sergi Ots es un colomense que ha viajado por todo el mundo. Hace diez años, junto a sus compañeros, fundó la compañía Ponten Pie con el objetivo de montar espectáculos que fueran más allá. Han residido siete años en el Teatro Sagarra y, aunque no se han prodigado mucho por Barcelona, se han convertido en un habitual de los mejores festivales internacionales.

Ârtica es un espectáculo no convencional, sin texto, donde sólo veinte espectadores se adentran en una casa a 5 grados de temperatura.
Te puede gustar o no. Somos conscientes que tiene un ritmo muy lento y repetitivo. Porque tiene algo de ritual. Al fin y al cabo, es un homenaje a unas almas que ya no están.

Es extraño, pero tengo la impresión de que este espectáculo les encantaría a los que no les gusta el teatro.
Hicimos una experiencia en Granollers. Durante dos semanas actuamos para alumnos de ESO y bachillerato. Pensábamos que nos matarían, pero conseguimos descodificarlos. Al salir decían: ¡Hostia! ¡Pues sí que mola el teatro!

Tiene mérito, porque es un público especialmente difícil. 
Están habituados a un teatro escolar a menudo de calidad dudosa. No me extraña que no quieran ir al teatro viendo algunas cosas. Hay algunos que hacen mucho daño a la profesión. Nosotros les hicimos traspasar la puerta.

Eso es teatro no convencional, ¿no?
¿Qué es convencional y qué no? Lo que necesitamos son espectáculos que te toquen de alguna manera. Quizás recordarás Ártica por el frío que pasaste viéndolo, pero lo recordarás. El teatro es mucho más que sentarte en una butaca. Hay que agitar al espectador.

¿Eso lo aprendiste en Francia?
Allí estudias que el teatro empezó en las cavernas, con una hoguera, una pared y una sombra donde dibujaban. Eso ya era un espectáculo. Más poco convencional no hay nada. Nos gusta hacer  espectáculos peculiares para aforo limitado.

¿Podrían verse en cualquier teatro?
Desde luego. Ojalá cada semana tuviéramos un abanico de espectáculos que fuesen una bomba. Tendríamos los teatros llenos. La gente acudiría, para ver por donde me vienen hoy.

Habéis trabajado mucho fuera.
Somos algo raro, porque somos muy internacionales. En diez años sólo hemos hecho tres espectáculos. Eso es porque nos hemos pasado el tiempo de gira por el mundo. Pero, aquí, no hay manera. Aunque vamos a seguir luchando.

¿Qué tal os han tratado en el Teatro Sagarra de Santa Coloma?
Muy bien. Hemos estado siete años residentes. Pero, aunque estamos muy cerquita de Barcelona, a veces parece que haya muchos kilómetros de distancia. Hace falta que los teatros se apoyen, que hagan red. Eso sería maravilloso.

Un momento del espectáculo Ârtica.

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