Ilaix Moriba, una estrella que destaca por su compromiso y humildad, y por los goles. - Foto: F. C. Barcelona

Ilaix Moriba, una estrella que destaca por su compromiso y humildad, y por los goles. – Foto: F. C. Barcelona

Una de las noticias del fin de semana es que el joven Ilaix Moriba ha cambiado de representante. Hasta ahora llevaba sus asuntos económicos Jonathan Barnett, uno de esos tiburones que mueven a sus jugadores de un lado para otro para conseguir comisiones. Para que se hagan una idea, Barnett es el agente de Gareth Bale, por ejemplo. Moriba ha decidido no renovar con él y a partir de ahora será su padre quién gestione su carrera. Una buena noticia para el Barça.

Mientras Barnett es un agente frío y calculador, Mamady Moriba, el padre del chaval de Santa Coloma, es una persona profundamente agradecida al Barça. Y a Ronald Koeman. En una reciente entrevista publicada por el diario Sport, Mamady expresaba claramente su deseo de que Ilaix siga en el Barça durante muchos años. Su padre no desea que se arriesgue a marcharse mientras en el club catalán haya un entrenador que apueste por los jóvenes. Un mensaje que habrá aliviado las preocupaciones de Joan Laporta por la renovación del chico.

LA ESTRELLA DE SANTA COLOMA 

Bueno, vayamos por partes. La estrella de verdad sigue siendo Messi. Y Ansu Fati ya es, por lo menos, media estrella. Por eso decimos que el siguiente astro en iluminar el Camp Nou será Ilaix Moriba, un joven de 18 años que nació en una familia originaria de Guinea Conakry pero que hace ya muchos años que vive y trabaja en Santa Coloma de Gramenet.

Lo de estrella lo decimos por su golazo contra Osasuna y sus minutos contra el Paris Saint Germain, pero no solo por eso. Desde que debutó con el primer equipo, el 21 de enero frente al Cornellà, ha seguido formando parte del grupo, se ha convertido en un recambio habitual, por delante de jóvenes talentos como Riqui Puig, por ejemplo. Y se nota que se ha ganado el cariño del entrenador, Ronald Koeman. Sus virtudes: talento, derroche físico, implicación con el grupo, competitividad, y la capacidad de gol, claro.

Más allá de las virtudes deportivas, los técnicos destacan otros valores. Un buen ejemplo es que, a pesar de tener una cláusula de rescisión récord de 100 millones de euros, sigue estudiando peluquería y asesoría de imagen en Josep Pons. Y es que un hermano mayor de Ilaix también iba para futbolista, hasta que se truncó su carrera. Al chaval le impactó mucho aquella experiencia y aprendió una lección de vida.

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