Un trabajador de Foodback en plena acción. Foto: Laura Fíguls / ACN
El centro de aprovechamiento que gestionan Mercabarna, el Banc dels Aliments y la Fundación Formació i Treball, Foodback, recibió en 2024 un total de 1.233 toneladas de frutas y hortalizas de un centenar de empresas mayoristas. Eran cajas de excedentes, con piezas demasiado maduras o que habían llegado tarde el viernes y no pudieron venderse el lunes.
Tras separar la comida buena de la que no se podía recuperar, pudieron aprovechar 837,6 toneladas (68%), distribuidas entre 116.077 personas a través de 300 entidades adscritas al Banc dels Aliments. La directora del Banco, Elisabet Viladomiu, reivindica el impacto social y también el ambiental de la recuperación: por cada kilo de comida que no se lanza, calculan que ahorran dos emisiones de CO2.
Al centro, en funcionamiento desde 2022, llegan palés con cajas de frutas y verduras que los mayoristas no podrían vender. Después de una primera inspección visual, si más de la mitad del producto parece que se podrá aprovechar, las cajas entran en el centro y comienza el proceso de selección para separar la parte considerada buena de la que no lo es. La mayoría de frutas y verduras, cerca del 70%, se acaba recuperando.
Además, una pequeña parte de las toneladas recuperadas (8,5 el pasado año) se destinan a elaborar cremas, mermeladas y zumos, con un total de 14.196 unidades, que también se han distribuido a personas en situación de vulnerabilidad.