En Llars Horitzó es un modelo alternativo para las personas vulnerables.

En Llars Horitzó es un modelo alternativo para las personas vulnerables.

Si ya es duro verse sin hogar, imaginad qué duro debe ser quedarse en esta situación cuando tienes más de sesenta años. Para evitar casos así, por lo menos algunos, nació el edificio Llars Horitzó, en la Rambla de Badalona. Allí conviven actualmente 13 hombres y 4 mujeres con una media de 70 años. Son personas que vivían realquiladas o que se vieron en la calle tras ser desahuciadas, y que han hallado por fin un hogar en condiciones. En Llars Horitzó disponen de una habitación propia con baño y espacios compartidos como el comedor, la cocina o la lavandería.  Y además, viven con buena compañía.

Más que algo benéfico o caritativo, Llars Horitzó pretende ser un modelo alternativo. Una nueva manera de enfocar el problema de la vivienda, especialmente para las personas de la tercera edad que se encuentran en una situación vulnerable. Las personas que conviven siguen manteniendo su autonomía, mejoran su calidad de vida y cuentan con el acompañamiento de una educadora social del equipo de la Fundació Llars Compartides, que es la entidad que gestiona el proyecto.

Durante estos días se cumple un año desde que llegaron los primeros residentes. Llars Horitzó nació fruto de la preocupación de cuatro entidades que conocen de cerca estos problemas: Fundació Llegat Roca i Pi, la Fundació Privada Llars Compartides, Càritas Diocesana de Barcelona i la Fundació Amorós Garriga. Se da la casualidad que el mismo edificio era una residencia para mayores, una de esas donde no quiere ir nadie. Ahora, sin embargo, es un lugar feliz, donde los mayores se vuelven a sentir con ganas de vivir.

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